Soy una de esas personas que tengo claros mis ideales. Sé que los ovnis existen. Sé que hay algún Dios –o Dioses- que ha originado todo esto. Sé que después de la vida, viene la verdadera vida. Sé que el catolicismo es una multinacional con muchos seguidores, pero nada más. A mi modo de ver, los ideales que poseo son claros. Creo firmemente en ellos. Sé, también, que muchos de ellos serán incorrectos. Pero no podemos demostrar ni negar nada. Porque la Verdad está aún escondida. Doy gracias a mi Destino por tener mis ideales tan claros. Por supuesto, también doy gracias porque millones de personas también tengan el suyo más claro que el agua. Si esto no fuese así, estaría solo con mi Verdad. Hay un problema en el mundo: muchas personas no saben si creer o no creer. Primeramente, hay una parte de la sociedad que mantiene sus ideales de forma indiferente. No se preguntan absolutamente nada, y peor aún, niegan cualquier teoría fuera de lo que ven día a día. Opiniones tales como: “Los o