¿Por qué no dejo de pensar en lo mismo siempre? Siento que ella se marchita más a cada día que pasa y yo sigo siendo la misma desde... bueno, realmente no me acuerdo desde cuando. No quiero que pase un día más, no puedo soportarlo, soportar la idea de que algún día la perderé para siempre y no puedo hacer nada... pertenecemos a mundos diferentes y ella no sabe que la observo cada noche después de calmar mi sed. Siempre he estado a su lado, en todos los momentos de su vida, siempre mirando en la sombra y protegiéndola de todos los peligros nocturnos que la acechaban. Cuando era pequeña siempre hablábamos por las noches, yo era su amiga especial, su confidente, su ángel de la noche y ella era el sueño que nunca podré abrazar, siempre intentando no romper la barrera que separa nuestros mundos. Ella creció, se hizo mayor y ya no hablábamos, sus padres le convencieron de que su “amiga imaginaria” no existía y dejó de hablar por las noches por temor a las reprimendas de sus progenitores. ...