De verdad: estoy harto de leer en libros y en páginas web con experiencia, noticias acerca del Área 51 o de algún caso conocidísimo y estudiadísimo.
Toda persona que tenga dos dedos de frente, sabrá que no hace falta publicar más artículos ni libros sobre la ya pesada Área 51. Sabemos que es una zona norteamericana ultra secreta (?), donde, numerosos extrabajadores de esa base, han comunicado a la sociedad que allí se esconden algunos restos de naves extraterrestres caídas en nuestro planeta. ¿Y qué? Después de oír testimonios de personas que han visto a seres no humanos y de que otros hayan entrado en verdaderos ovnis, ¿por qué extraña todavía que Estados Unidos (el Estado más mentiroso) tenga bases secretas en las que guarde tecnología extraterrestre?
El nombre de “Área 51” vende muchísimo. Estados Unidos, primeramente, no dijo nada al respecto sobre la existencia de una base con experimentos secretos. Más tarde, no tuvieron elección. Tuvieron que afirmar que el Área 51 existe. Es una de las pruebas por las que podemos deducir que esa base es algo más que para experimentar con instrumentos terrestres. Se les ve el plumero desde lejos.
¿Y qué pasa con Wright Patterson? Si comparamos la importancia entre Área 51 y Wright Patteron, la primera es una reverenda mota de polvo en comparación con la segunda. En Wright Patterson se ha guardado mucho más. Y no lo digo yo, que conste.
Además, seguramente haya cientos y cientos de bases subterráneas con la misma misión que el Área 51.
Llevamos 65 de años de Etapa Moderna en el Fenómeno Ovni. Sesenta y cinco años repletos de mentiras y de desinformaciones. Pido a esos escritores y articulistas que sólo hacen artículos sobre el Triángulo de las Bermudas y demás, que paren. No hay una explicación oficial con respecto a Bermudas o Pirámides de Gizeh. Ni tampoco la encontraremos en un futuro cercano –o eso creo-. Pero hay que ser obvios. Todos los amantes del misterio, en nuestra iniciación, tuvimos tiempo de pensar quién habría podido ser el creador de las Pirámides y el culpable de desaparecer aviones y barcos en el Triángulo de las Bermudas. Todos nosotros nos comimos el coco. Pero creo que no hay más vuelta de hoja. Claramente, los humanos de aquella época no tenían unos superpoderes divinos. Hubo ‘alguien’ que los ayudó por alguna razón que desconocemos.
Dejemos los Roswells y las Áreas 51. Los hombrecillos de los ovnis hace ya tiempo que se bajaron de sus aparatos. Sin embargo, nosotros seguimos planteándonos quién pudo ser el que alineó las Pirámides bajo el Cinturón de Orión. Ironías de la vida.
José María Puya
Twitter: @josekenji.