El ser humano siempre ha buscado Maestros para que guíen su vida, pero a veces no hace falta buscar grandes iniciados, sino que en nuestro entorno podemos encontrar claves a nuestra evolución. Hay grandes Maestros, pero no siempre son humanos. Los animales, nuestros animales, que consideramos parte de nuestra familia pueden ser grandes Maestro Espirituales, si sabemos observarlos. En el siguiente video hablo de mi perro y reflexiono sobre la Maestría de nuestros animales de compañía.