Os pongo un ejemplo real:
Una mujer creyente de la religión Vudú abrió la puerta de su casa y vio todo un ritual con velas, incienso y animales muertos, junto a ciertos símbolos, que la maldecían a ella.
Para la mujer ese ritual delante de su casa indicaba que le habían hecho un ritual de muerte.
Al parecer fue tan grande la impresión, que le produjo un ataque al corazón que le provocó la muerte inmediata.
Para los practicantes de vudú, la cual hablaré un día, pues es una religión y no es sinónimo de maleficio, al igual que para practicantes de santería u otra creencia que se realizan de forma habitual rituales de magia, lo sucedido a esta mujer sería por motivos del propio ritual o maleficio.
Para psicólogos, psiquiatras y la gran mayoría de hombres de ciencia, dicho ritual, provocó una shock tan grande que le provocó la muerte, pero jamás por la influencia de la magia, sino por la visión de dicho “decorado de muerte”.
Por desgracia estos sucesos ocurren con bastante frecuencia, incluso en países donde los rituales de este tipo no son “lo común”, muchos creen que les han hecho un mal de ojo, incluso las cosas les empiezan a ir mal y acuden a videntes, brujos y santerios.
La sugestión y el poder de la mente son enormes.
La mejor protección sin duda alguna es una mente positiva, es tener la autoestima bien alta y tener actividades en la vida, pues normalmente las personas que se creen embrujadas son personas que tienen alguna carencia de afecto, que están pasando por una situación de crisis o que su vida es un círculo vicioso de pura rutina.