Estamos en el siglo XXI y en nuestra sociedad se observa tristeza, falta de energía, pasividad, falta de ilusión y falta de búsqueda interior. Parece que la sociedad no tiene un rumbo y carece de brújula para orientarse en esta vida. Son palabras algo duras, pero reales, el ser humano está perdiendo su magia, su energía y su contacto con Gaia, nuestra estimada madre Tierra. La crisis actual pone al hombre en la realidad que no existe suelo bajo nuestros pies, nunca ha habido suelo, siempre hemos intentado tener todo controlado, vivir con estabilidad (dinero, trabajo para toda la vida...) y ahora nos estamos dando cuenta, que al igual que el lobo, cuando se levanta por la mañana, desconoce si ese día comerá, nosotros ahora nos encontramos con un extraño miedo de no saber que pasará con nuestro futuro. En estos tiempos es necesario detenernos, observar que no podemos vivir rodeados de estabilidad y que tenemos que luchar por crear nuestra realidad, por luchar por nuestros objetivos, t